Con el título "Cuando un miembro sufre, todo el cuerpo sufre", el texto expresa el dolor compartido por tantas muertes de hermanos y hermanas en algunos países de América: “Nos conmueve al extremo el dolor que ocasiona la violencia, la persecución y la explotación que cercena la dignidad de nuestros hermanos”.
Se hace además un llamado en nombre de Jesús a rechazar “toda acción violenta”, a quienes corresponde, especialmente a los gobernantes de cada nación, “a comprometerse por vivir y proponer una auténtica cultura de la defensa y promoción de la vida y del bien común de la verdad, la justicia y la paz”, anunciaron.
Haciendo referencia al lema del encuentro, indican: “América en misión, el Evangelio es alegría: alegría y justicia, alegría y verdad, alegría y respeto por los derechos de todos. Hoy más que nunca comprendemos que la misión de la Iglesia debe transitar los caminos del encuentro, la escucha, el diálogo, el perdón y la reconciliación”.
Se mencionó en particular el dolor por la situación que se vive en países hermanos como Venezuela, Nicaragua, Haití y Honduras. También por los migrantes que son separados de sus familias en la frontera de Estados Unidos. “Nos duele la indiferencia y el silencio que terminan condenando a los más pobres e indefensos en cada una de nuestras naciones”, expresaron.
“Dichosos los que trabajan por la paz porque serán llamados hijos de Dios”, pronunció el presbítero Rodríguez al concluir el comunicado, pidiendo que “plegaria, perdón y amistad sincera fortalezcan nuestra vocación común con todos los hombres y mujeres de buena voluntad, a ser constructores de paz, clamando con valentía y coherencia de vida la verdad y la justicia, que son derechos de todos los seres humanos”.+
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