Invocación religiosa por el 35° aniversario del hundimiento del Crucero General Belgrano
El acto fue presidido por el ministro de Defensa, Julio César Martínez, y estuvieron presentes autoridades de la Armada Argentina, de las Fuerzas Armadas, civiles y otros militares.
Monseñor Pedro Candia, administrador diocesano del Obispado Castrense, pronunció una invocación, en la que expresó: “Dios Padre, que nos has dado la Patria como don y compromiso, no quisiste que faltaran defensores de sus aguas. Hoy recordamos a más de 323 marinos argentinos que fueron fieles al juramento que empeñaron”.
“Lo demandó el honor y obedecieron, lo requirió el deber y lo acataron, como valientes lucharon, con valor y con su sangre defendieron nuestras islas”, subrayó, y agregó: “Fue su destino el sacrificio supremo, defender a la Patria su pasión entera, servir en la Armada Argentina su vocación y gloria”.
El sacerdote pidió que “el recuerdo inapagable de estas almas inmortales nos mueva cumplir lo que la Nación nos demande”.
“Que descansen en paz junto a los héroes que lucharon por una patria emancipada y por el honor de nuestros suelos, que Dios los tenga en la Gloria tripulantes del Crucero General Belgrano”, enfatizó.
“Señor del mar, Dios de todo consuelo, bendice y fortalece a las familias de estas tripulantes que fueren fieles al lema: ‘Irse a pique, antes que rendir el pabellón”, subrayó.
Por último, monseñor Candia pidió a María Stella Maris, patrona de la Armada: “Reconfórtalos en las ausencias, consuélanos en las tempestades, para que en el ocaso de nuestro derrotero podamos llegar al puerto seguro de la vida eterna”.+
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