Mons. Arancedo invitó a participar con confianza de la fiesta de la Virgen de Guadalupe

Mons. Arancedo invitó a participar con confianza de la fiesta de la Virgen de Guadalupe

Buenos Aires (AICA): El arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz, monseñor José María Arancedo, recordó que este domingo la arquidiócesis celebra las fiestas patronales en honor de Nuestra Señora de Guadalupe, con el lema “Madre, ayúdanos a ser misericordiosos como el Padre”. “Acerquémonos a María con la confianza de un hijo que ella espera, para darnos en su Hijo el Evangelio de la verdad y la vida, del amor y la alegría, de la misericordia y la paz”.
El arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz, monseñor José María Arancedo, recordó que este domingo la diócesis y la provincia celebra las fiestas patronales en honor de Nuestra Señora de Guadalupe y destacó que “la presencia de María siempre nos abre el camino al encuentro con Jesucristo y a la Iglesia”.

El prelado explicó que en el Año Santo de la Misericordia, convocado por el papa Francisco, el lema de la convocatoria será “Madre, ayúdanos a ser misericordiosos como el Padre”.

”Esto venimos a pedirle a María, que nos ayude a ser misericordiosos como el Padre, para vivir nuestra fe y ser testigos ante nuestros hermanos. ¿Cuál es el camino? Ella nos señalaría a su Hijo y nos diría con la mirada tierna de una madre: ‘Hagan todo lo que Él les diga’. El encuentro con María siempre es camino hacia Jesucristo. Así lo hemos visto a lo largo de la historia, especialmente en Guadalupe”, aseguró.

El arzobispo santafesino recordó las palabras que Francisco pronunció en su reciente visita apostólica a México, donde visitó el santuario de la Guadalupana: “Al venir a este santuario nos puede pasar lo mismo que le pasó a Juan Diego. Por eso creo que hoy nos va a servir un poco de silencio. Mirarla a ella. Y en silencio, y en este estar mirándola, escuchar una vez más que nos vuelve a decir: ¿Qué hay hijo mío el más pequeño?, ¿Qué entristece tu corazón?, ¿Acaso no estoy yo aquí, yo que tengo el honor de ser tu madre?”

”Ella nos dice que tiene el honor de ser nuestra madre. Eso nos da la certeza de que las lágrimas de los que sufren no son estériles. Son una oración silenciosa que sube hasta el cielo. En ella y con ella, Dios se hace hermano y compañero de camino, carga con nosotros las cruces para no quedar aplastados por nuestros dolores”, agregó citando la homilía del pontífice.

Por último, monseñor Arancedo invitó a acercarse a María “con la confianza de un hijo que ella espera, para darnos en su Hijo el Evangelio de la verdad y la vida, del amor y la alegría, de la misericordia y la paz”.+

Texto completo de la alocución

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