El cierre se realizó el 11 de mayo en el Tribunal Interdiocesano de Córdoba, donde el prelado firmó las actas que enviarán a la Santa Sede.
La vicepostuladora Madre María Teresa Sánchez presentará la documentación a la Santa Sede, donde comienza el proceso romano que -de ser aprobado el presunto milagro- podría llevar a la beata Madre Tránsito, fundadora de las Franciscanas Terciarias de Córdoba, a ser declarada santa.
El padre Dante Simón SDB, vicario de justicia, señaló la importancia de acompañar las próximas etapas del proceso canónico con la oración “rezando para que este caso sea justo a la verdad, para que surjan nuevas vocaciones y por la comunidad franciscana”, y animó a “seguir pidiendo a la beata Cabanillas su intercesión por los que la necesitan”.
La Madre María del Tránsito Cabanillas nació el 15 de agosto de 1821 en una estancia de Santa Leocadia, actualmente Carlos Paz (Córdoba).
Fundó en la Argentina la congregación de las Hermanas Terciarias Franciscanas de la Caridad, el 8 de diciembre de 1878, a los 57 años de edad. Murió el 25 de agosto de 1885, día en el que se celebra su memoria.
El camino a la canonización
El proceso para reconocer las virtudes heroicas de la beata Madre Tránsito Cabanillas se abrió en 1974. El 28 de junio de 1999, el papa Juan Pablo II declaró la heroicidad de las virtudes de la Sierva de Dios, lo que la convirtió en venerable.
El 14 de abril de 2002, fue proclamada beata por el papa Juan Pablo II gracias a la curación milagrosa de un sacerdote argentino, misionero franciscano, padre José Roque Chielli OFM, que en 1970 padecía un aneurisma cerebral incurable del que se recuperó inexplicablemente luego de rezar una oración a la Madre Cabanillas.
Ahora, solo resta seguir las etapas del proceso canónico que confirmen en la investigación de peritos y teólogos en la Congregación para la Causa de los Santos, la aprobación del presunto milagro que la podría consagrarar santa.
Palabras del papa Juan Pablo II en la beatificación
En sus palabras dirigidas a los peregrinos que fueron a Roma para la beatificación el 15 de abril de 2002, el papa Juan Pablo II destacó la santidad de vida de la franciscana María del Tránsito de Jesús Sacramentado.
“La populosa ciudad de Córdoba, en la Argentina, fue testigo privilegiado de la santidad de vida de la beata madre María del Tránsito de Jesús Sacramentado Cabanillas”, aseguró. “Su vida es un canto a las maravillas que Dios realiza en los acontecimientos comunes de la vida cotidiana. Sin espectaculares manifestaciones, esta nueva beata recorrió el camino de la santidad captando en cada momento la cercanía de Jesús y su invitación a seguirle hasta las últimas consecuencias”.
“Interrogándose seriamente sobre lo que Dios quería de ella, descubrió su vocación franciscana y la inspiración de un proyecto de vida religiosa que se ocupara de ayudar a la mujer a desempeñarse en la experiencia de fe”, afirmó y añadió: “Supo ser firme y, a la vez, paciente y comprensiva, abrazar la cruz en las dificultades y permanecer en humilde silencio aun cuando sobre ella pesaban graves humillaciones y desprecios”.
“Que su testimonio sirva de ejemplo a tantos compatriotas suyos que en la hora presente han de seguir con entusiasmo su vida de cristianos y ciudadanos, sin caer en la tentación del desánimo o, lo que sería peor, con espíritu de rivalidad o de revancha”, concluyó.+
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