Francisco teme un "genocidio virósico" si se prioriza la economía sobre la gente
En la carta manuscrita -difundida ayer- Francisco expresó su adhesión a “que algunos gobiernos tomaron medidas ejemplares con prioridades bien señaladas para defender a la población. Estos gobiernos muestran la prioridad de sus decisiones: primero la gente, señala el Papa. Medidas que son un sacrificio para la población, “molestan” a quienes se ven obligados a cumplirlas, pero siempre es para el bien común. A la larga, afirma Francisco, la mayoría de la gente las acepta y se mueve con una actitud positiva.
No defender a la gente, dice el Santo Padre, supone “un descalabro económico”. Sería triste, que se optara por lo contrario, llevaría a la muerte a muchísima gente, algo así como un “genocidio virósico”, escribe en la carta Francisco.
El Papa expresó su preocupación por “el crecimiento, en progresión geométrica”, de la pandemia y expresó al presidente del comité que se siente “edificado por la reacción” de tantas personas, médicos, enfermeras, enfermeros, voluntarios, religiosos, sacerdotes, que arriesgan su vida para sanar y defender a la gente sana del contagio.
Por último, el pontífice informó al juez Gallardo de un encuentro que mantuvo con el dicasterio del Desarrollo Humano Integral, con quienes reflexionó sobre el ahora y el después. Porque, prepararse para el después es importante, aseveró el Papa, ya que se “notan algunas consecuencias que deben ser enfrentadas: hambre, sobre todo para las personas sin trabajo fijo, violencia, la aparición de los usureros, que como asevera el pontífice, son “la verdadera peste” del futuro social, delincuentes deshumanizados. Y aconsejó, para entender la visión del futuro económico, que es “interesante” la visión de la economista Mariana Mazzucato, docente en el University College London, ayuda a pensar en el futuro. +
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