Esta costumbre, iniciada por San Juan Pablo II, es para recordar el día en el que Jesús fue bautizado en el río Jordán.
En su homilía, pronunciada en forma espontánea, el pontífice explicó a los padres que al bautizar a sus hijos, hacen “un acto de justicia” porque en el Bautismo “le damos un tesoro” y no es otro que “el Espíritu Santo”.
Fracisco destacó que al bautizar a sus hijos “hacen que salgan y crezcan con el poder del Espíritu Santo” y recordó que este poder “lo defenderá” y “lo ayudará a lo largo de su vida.
En su reflexión, Francisco también pidió a los padres que pongan atención en que los niños “crezcan con la luz y con la fuerza del Espíritu Santo” mediante la catequesis, la ayuda, la enseñanza y los ejemplos que les darán en casa.
Antes de concluir, bromeando, les ha dicho que no se preocupen si los bebés empiezan a llorar y gritar, y les dijo a las madres que no tengan apuro en dar de amamantar a sus hijos y que no se olviden que son los padre quienes “llevan el Espíritu Santo dentro de los niños”.+
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