La jornada se inició con el ingreso de la imagen peregrina de la Virgen que desde hace años recorre la región NEA y se encuentra, desde septiembre del año pasado, en la Arquidiócesis. Tras la oración de inicio, monseñor Andrés Stanovnik ofreció una iluminación centrada en la mirada del discípulo, que a los pies de la Cruz, recibió de Jesús a María “y la llevo a su casa”. Habló además de que la Iglesia espera mucho de los jóvenes y que éstos tienen mucho para dar, para enseñar, compartir. Los instó a escuchar el llamado de Dios para sus vidas, a aprovechar los talentos y capacidades para desarrollarse plenamente, poniendo a Jesús en sus vidas y confiando en él.
Momentos después, se compartieron tres testimonios sobre estados de vida que propone la Iglesia en los que uno puede desarrollarse plena y felizmente. El sacerdote Cristian Soto, la hermana Susana de la congregación del Inmaculado Corazón de María, contaron cómo descubrieron su vocación religiosa y cómo la viven actualmente. Luego, el matrimonio de Paula Botello y Juan Ramón Albornoz, hablaron de su camino para llegar a formar su familia, cómo se vive desde el amor, la libertad y el respeto esta vida, donde se honra a Dios a través del amor mutuo y a los hijos. En los tres testimonios se dejó en claro que todo en la vida conlleva sacrificios, renuencias, elecciones, pero si uno va sintiendo, junto a Dios, que puede encontrar se vocación, su camino, la vida, más allá de toda adversidad, se puede disfrutar y vivir plenamente.
El psicólogo Manuel Billordo explicó que cada persona tiene un llamado personal, vinculado a su desarrollo como persona, como ciudadano, como cristiana, para quien practica esta religión. Les instó a no quedarse en la mediocridad ni a conformarse, más allá de las dificultades o el trabajo que les toque realizar, porque todo trabajo es digno.
Los jóvenes tuvieron después un momento para compartir lo escuchado, lo que permitió además el encuentro entre chicos de distintos grupos, comunidades, localidades. Esto enriqueció el intercambio.
Tras compartir el almuerzo, que fue preparado y servido por personas adultas integrantes de distintos grupos y movimientos que estuvieron al servicio de los jóvenes durante toda la jornada, los chicos compartieron un espacio de esparcimiento.
Antes del cierre de la jornada, hubo tiempo para preparar carteles, globos y banderas para participar de la procesión hacia el Santuario de la Virgen donde se sumaron a las delegaciones de las distintas comunidades parroquiales que participaron de la celebración central del centenario.
La alegría, el entusiasmo y el colorido de los jóvenes pudo verse durante la procesión que acompañó a la Virgen peregrina y a la réplica de la Cruz de los Milagros hasta el atrio de la basílica donde monseñor Stanovnik presidió la eucaristía.
Participaron del encuentro grupos parroquiales y de diversos movimientos diocesanos procedentes de distintos puntos de la arquidiócesis. Formaron parte de este histórico día jóvenes de Santa Rosa, San Miguel, Itá Ibaté, Mantilla, Saladas, Mburucuyá, Empedrado, Concepción, Itatí, San Cosme, Paso de la Patria, Santa Ana y Bella Vista.+
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