Mons. Araya llamó al nuevo sacerdote a ser “fiel y fuerte hasta el final”
En ocasión del Domingo del Buen Pastor, el obispo recordó que “es Dios quien nos reúne, quien nos acompaña, atiende y cuida. Dios, pastor, es quien comparte nuestra propia vida en Jesús, hasta tomar sobre sí nuestro sufrimiento”.
Dirigiéndose al nuevo sacerdote, expresó: “Juan Pablo, hoy se hace sensible, visible en la Iglesia por el sacramento del orden, que Jesús Buen Pastor, que te conoce desde siempre, te llama por tu nombre y te dice ‘Ven y sígueme’. Y vos respondés ‘Sí, Señor, aquí estoy, envíame”.
“Se te invita a aceptar un don, a decir que sí a un regalo. Muchos te han ayudado a lo largo de un camino que no se interrumpe, que continúa. Un camino de transformación a lo largo de tu vida. Muchos te han ayudado ya: tu familia, el obispo que te acercó a este ministerio, tienen la dicha de acompañarte en este preciso momento. Te ayudó también el seminario y el rosario. Te ayudó tu presbiterio, tus amigos, la gente de tu parroquia de origen y la gente de tu parroquia de pastoral actual. Te ayudó la gente sencilla de tu diócesis”, destacó.
“Serás configurado en medio del pueblo de Dios por un nuevo sacramento, configurado a Cristo, haciéndote participar de modo particular en la potestad del Padre de santificar, de enseñar y de pastorear, poder que tiene el mismo Jesús Buen Pastor”, afirmó monseñor Araya, y advirtió que “cuando aceptas este don aceptas conocer a las ovejas, dar la vida por ellas, y salir a buscarlas por todas partes”.
“El desafío es que seas un sacerdote sencillo, simple, ordinario, equilibrado. Un sacerdote común, con el corazón abierto a dios y a los hermanos, con un corazón como el de nuestro patrón, el Santo Cura Brochero”.
“Conocer, gastar la vida y buscar”, sostuvo el prelado, y llamó al nuevo sacerdote a “ser fiel al encuentro personal con el Señor y al acompañamiento espiritual. Que te dejes acompañar espiritualmente. Deseo de corazón que logres fraternas relaciones con los sacerdotes jóvenes, que pidas consejo a los sacerdotes con más experiencia, y seas cercano con todo el pueblo de Dios, sobre todo a esos que Dios ama con preferencia”, añadió.
Finalmente, deseó en nombre de la Iglesia de Cruz del Eje, que “con humildad y corazón de pastor sepas escuchar y captar lo que realmente le pasa a la gente. Que puedas llegar a ser un experto en el arte del discernimiento pastoral, y así seas signo de la misericordia de Dios, que tus palabras y tus gestos muestren el rostro maternal de la Iglesia para alegría y esperanza de todos”.
“Fiel y fuerte hasta el final”, aconsejó, como decía Brochero: “Me felicitaría si Dios me saca de este plantea sentado confesando o explicando el Evangelio”, concluyó.+
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