La misa exequial estuvo presidida por el obispo de San Miguel, monseñor Damián Nannini, y concelebrada por el padre Andrés Aguerre SJ, viceprovincial de la Compañía de Jesús (en representación del Provincial que en ese momento estaba volviendo del Paraguay), el padre Francisco Gismondi SJ, superior de la Comunidad de San Miguel, el padre Gonzalo Zarazaga SJ y fray Jorge Scampini OP.
Durante la celebración, el padre Aguerre compartió datos de la vida del sacerdote y luego, en la homilía, resaltó de su vida el esfuerzo supremo de Ignacio por caminar, a pesar de las innumerables dificultades físicas, que tuvo que sobrellevar para cumplir su misión. También destacó que "siempre tenía tema" para conversar y que vivía el diálogo ecuménico en lo cotidiano abriéndose a los demás y facilitando el encuentro entre las personas.
Finalizada la celebración y el responso, los restos del jesuita fueron transportados en procesión por sus compañeros hasta el cementerio adyacente al edificio, un jardín rodeado de árboles.
A pedido del Padre Aguerre, muchos expresaron sus sentimientos de afecto hacia el Padre Ignacio: el matrimonio Jorge y Graciela Benceny de Ramírez y otros por el grupo misionero de Santiago del Estero "Compartir"; compañeros de misión en la Patagonia; la vicepostuladora de la causa de la beata Mama Antula, Gloria Williams de Padilla, por la Comisión Episcopal de Ecumenismo, Relaciones con el Judaísmo, el Islam y las Religiones (Ceerjir) y el curso de diálogo interreligioso de Valores Religiosos; Norberto Padilla por la Revista Criterio; compañeros del Centro de Investigación y Acción Social (CIAS) en el barrio porteño de Belgrano, y cerraron el momento las palabras de su sobrina Alicia Pérez del Viso de Palau. Asistieron también Virginia Azcuy y Carolina Bacher Martínez, ambas miembros de la Sociedad Argentina de Teología.+
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