Las comisiones de Legislación General, de Salud, de Familia y de Legislación Penal se reunieron a las 10 para escuchar a expositores a favor de la vida y en contra del crimen del aborto y, desde las 14, a los oradores a favor de los proyectos que legalizarían esa práctica.
El primer panel contó con la presencia del secretario de Salud de San Miguel, Pablo de la Torre; la jurista Débora Ranieri; Leonardo Pucheta, del Centro de Bioética, Persona y Familia y el médico Rodolfo Keller, entre otros.
Cristian Webber, de la fundación Vida en Familia, testimonió que “luego de interminables abusos” su madre quedó embarazada de él y decidió entregarlo en adopción “a la maravillosa familia que me crió”. “Muchos años después –relató- la encontré y me dijo: 'Todos los días de mi vida pensé en vos'”. “Una mujer que aborta, nunca podrá dejar de pensar en esa personita que en ella comenzó a crecer”, aseguró.
“Hoy, ustedes tienen la enorme responsabilidad de elegir entre la vida y la muerte”, dijo dirigiéndose a los legisladores. “Quiero pedirles, rogarles, que no voten a favor de esta ley, que le digan sí a la vida y, ante la realidad que hoy viven miles de mujeres en nuestro país, busquemos otras alternativas, como la adopción, la educación sexual y el acompañamiento a mujeres con embarazos no planificados, como hacen muchas instituciones privadas, con escasos recursos. Una historia que comienza triste puede convertirse en una gran noticia”, expresó.
“No se puede legitimar la muerte de un inocente”
“¿Les parece que puede ser una política pública la eliminación de una de las dos personas que sufre una gran vulnerabilidad? No se puede legitimar la muerte de un inocente”, destacó el secretario de Salud de San Miguel.
Por su parte, el médico pediatra y neonatólogo, Rodolfo Keller, aseveró que “una madre en estado de confusión o desesperación, ante un embarazo no planificado, debe recibir un verdadero apoyo, enfocado a resolver su problema, y no a deshacerse del mismo con un mal mayor, como el asesinato de su hijo”.
La doctora en Ciencias Jurídicas y profesora de Teoría del Derecho de la Universidad de Buenos Aires (UBA) advirtió: “Se ha llegado a decir que la orangutana Sandra tiene más derechos que un embrión. Un aire de superioridad y soberbia sobrevuela esa ideología. Asusta que se postule inescrupulosamente un desprecio a la vida humana en su etapa inicial”.
Resumen de las exposiciones
Rodolfo Keller, médico pediatra y neonatólogo: "Una madre en estado de confusión o desesperación, ante un embarazo no planificado, debe recibir un verdadero apoyo, enfocado a resolver su problema, y no a deshacerse del mismo con un mal mayor, como el asesinato de su hijo"."Nunca puede justificar un bien por los medios. Es como si quisiéramos erradicar la pobreza eliminando a los pobres, o acabar con una enfermedad matando a los que adolecen, total más adelante van a morir".
"Hacer al Estado cargo de practicar abortos resultaría prácticamente inviable. Si tomamos como cierto que se realizan 500.000 abortos anuales, sería necesario edificar 45 hospitales del Garrahan (donde se hacen 11.000 cirugías anuales) para hacer frente a la demanda".
Débora Ranieri, doctora en Ciencias Jurídicas (UCA) y profesora de Teoría del Derecho (UBA): "Algunos justifican la legalización del aborto en la garantía de la mujer a poder decidir sobre su futuro. El derecho a la privacidad tiene límites, como el derecho de un tercero. Eso es lo que saca a la mujer que quiere abortar de su intimidad".
"Se niega sistemáticamente la realidad biológica del embrión, como si lo que él es dependiera de la subjetividad de la madre. Se ha cosificado al feto, se lo ha deshumanizado. Solo de esta manera se deshumaniza el derecho y se otorga a las madres, a los médicos y a los laboratorios de misoprostol una plena disponibilidad del embrión".
"Se ha llegado a decir que la orangutana Sandra tiene más derechos que un embrión. Un aire de superioridad y soberbia sobrevuela esa ideología. Asusta que se postule inescrupulosamente un desprecio a la vida humana en su etapa inicial".
"Si se aprueba esta ley, existirán dos clases de argentinos: aquellos cuyos padres quieren que nazcan, y otros que no quieren que nazca. ¿Existe mayor discriminación que esta?".
Ricardo Bach de Chazal, abogado de la Red Federal de Familias: "Ningún tratado suscripto por nuestro país incluye el aborto voluntario como un derecho, ni admite indirectamente que su práctica sea aconsejada por sus órganos de monitoreo. En ellos se reconoce su inviolable derecho a la vida".
Juan Navarro Floria, doctor en Derecho de la Universidad Complutense: "Acá no se discute la despenalización del aborto, porque de hecho ya está despenalizado: no hay mujeres presas por abortar, y el fallo FAL de la Corte Suprema ha ampliado los supuestos por los que ya no hay obligaciones".
"Ahora se trata de obligar al aborto, y eso será así porque, si no se legisla la objeción de conciencia, se obligará a los profesionales a realizarlo pese a los dictados de su conciencia o sus convicciones".
"Estamos ante un conflicto de derechos humanos: los enfermeros, médicos y profesionales de la salud tienen derecho a actuar de acuerdo a sus convicciones, y no ser obligados".
Leonardo Pucheta, magister en Ética biomédica: "El aborto no es un derecho, y utilizar este lenguaje conlleva una fuerte presión contra las personas que se opusieran a la práctica solicitada, específicamente los agentes del sistema sanitario".
José María Aguerre, profesor de Filosofía (UCA): "Hay una manipulación de cifras en tiempos de posverdad, y sin embargo, la ciencia nos grita: ¡hay vida humana!".
"¿Podemos no escuchar el grito de la ciencia, que es el grito de los que no tienen voz? ¿Podemos justificar la eufemísticamente llamada "interrupción de un embarazo" por razones disscapacidad? En caso de violación, ¿podemos resolver tal crimen con la pena de muerte de la persona por nacer?".
"Legalizar el aborto implica abjurar de las conquistas obtenidos en los derechos humanos".
Florencia Ratti, abogada y becaria del Conicet: "Poner el foco en un solo sujeto de derecho, la mujer embarazada, es injusto, más aún cuando se piensa que la otra vida vulnerada puede ser la de una mujer".
"Si por un lado está el derecho del niño por nacer, ¿qué otro derecho está en conflicto? Se habla de la libertad, de la autonomía reproductiva, de la satisfacción personal, del derecho a decidir. Todo eso presenta argumentos sesgados, y no se contempla siquiera la vida de esa niña que, si se la deja crecer, será algún día una mujer".
"Nadie quiere que se mueran las mujeres; sin embargo, es preciso mostrar que esta idea de que la vida de la madre se enfrenta a la de su hijo reposa en sofismas".
"Hay que dejar de invocar situaciones extremas para enmascarar la legalización del aborto a libertad y demanda. El aborto, además, es una práctica que tiene como fin matar a alguien para que no nazca y, de su yo, es riesgosa para la mujer. No hay legalización que pueda reducir el riesgo que está íncito en la práctica".
"Está demostrado que el aborto no tiene impacto en la reducción de la mortalidad materna, y se ha comprobado que genera graves trastornos en la mujer".
Paola Delbosco, profesora de Ética y Filosofía (Universidad Austral): "Simone Veil (cfr. ministra de Salud de Francia y sobreviviente del Holocausto) nos legó la idea de que la vigencia de la obligación marca el grado de civilización de una sociedad. Estar obligado frente al otro es reconocer su humanidad, y permitir así que crezca una comunidad. Las comunidades crecen cuando reconocen la humanidad de otros".
"Hannah Arendt (cfr. filósofa alemana, sobreviviente del Holocausto) dice que hacen falta a las sociedades la pluralidad de las personas, nuestra libertad puesta al servicio del mundo humano, y la iniciativa de que cada persona nueva trae al mundo para realizar lo inesperado. Para que haya todas estas cosas, hace falta dejar que cada persona nazca".
"Yo soy inmigrante italiana. Allí hay aborto desde 1978, y eso repercute en que hoy casi no haya niños. Entendamos, más allá de nuestras ideologías, que una sociedad crece a través de esos nuevos ciudadanos que vienen al mundo".
Pablo De la Torre, secretario de Salud y Bienestar de San Miguel: "Se dice que en la Argentina ocurren 500.000 abortos por año. Eso arroja que habría 57 abortos por hora, casi un aborto por minuto. Simplemente, es un absurdo".
"Si el Estado acompaña con propuesta y estrategias que eduquen y guíen al desarrollo de las madres y sus familias, se comprueba que el aborto termina siendo una postura ideológica. Ni siquiera se contempla como salida".
"¿Les parece que puede ser una política pública la eliminación de una de las dos personas que sufre una gran vulnerabilidad? No se puede legitimar la muerte de un inocente. Como Estado soberano, no podemos legislar en base a presiones de la agenda o de organismos internacionales"
Cristian Webber, fundación Vida en Familia: "Mi madre fue entregada siendo muy chica a una familia de Buenos Aires, como criada, ya que mi abuela no podía alimentarla. Luego de interminables abusos, quedó embarazada, y decidió entregarme en adopción a la maravillosa familia que me crió. Muchos años después la encontré y me dijo: 'Todos los días de mi vida pensé en vos'. Una mujer que aborta, nunca podrá dejar de pensar en esa personita que en ella comenzó a crecer".
"Hoy, ustedes tienen la enorme responsabilidad de elegir entre la vida y la muerte. Quiero pedirles, rogarles, que no voten a favor de esta ley, que le digan sí a la vida, y ante la realidad que hoy viven miles de mujeres en nuestro país, busquemos otras alternativas, como la adopción, la educación sexual, y el acompañamiento a mujeres con embarazos no planificados, como hacen muchas instituciones privadas, con escasos recursos. Una historia que comienza triste puede convertirse en una gran noticia".
Evelin Rodríguez, fundación Vida en Familia: "Todos acordamos que el aborto es una tragedia; quiero pedirles que trabajemos en un plan nacional por la vida. Solicitamos al Ministerio de Desarrollo Social de la Nación un 0800 para la atención de mujeres que se encuentran con embarazos no planificados en todo el país".
Raúl Magnasco, director de la Fundación Más Vida: "Hoy, en nuestro país, se cometen realmente entre 10.000 y 30.000 abortos, y no los datos que hoy se dicen. De todos modos, un solo aborto es una catástrofe que debemos evitar".
"Quiero hacer memoria de Keila Jones, la primera adolescente muerta en un hospital público por la práctica de un aborto no punible con pastillas, en 2016. El aborto es una práctica compleja, que ilegal o legal, con misoprostol, mata igual".
"De 206 países, solo 58 tienen algún tipo de aborto legal. Y en esos países, la cuarta parte del mundo, la legislació se ha vuelto cada vez más restrictiva, porque el único camino para evitar más muertes de mujeres y de niños es aborto cero".
"El aborto es un negocio formidable, que en el 88% de los casos de España se realiza en clínicas privadas, que luego cobran al Estado, y se cobran del bolsillo de los contribuyentes".
Gustavo Volpe, Rosario Provida: "Inexplicablemente, nos encontramos evaluando un proyecto que decide matar humanos desde la concepción. Existen grandes testimonios de mujeres que han abortado y nunca han llegado a sobreponerse de este mal".
Mariano Ghilardi, Médico (UBA) y director para el Cono Sur de los Centros de Atención a la Mujer de La Merced Vida: "Se habla del misoprostol como una forma inocua de acabar con un embarazo. Quiero recordar que el misoprostol provoca fuertes contracciones, con graves hemorragias, y que la mayoría de los países donde está legalizado el aborto, la mujer recibe la pastilla y se la manda a abortar en su casa, pero luego debe volver a una guardia para un legrado, que puede provocar lesiones del útero".
"Las clínicas privadas van a aparecer para realizar abortos y amasar fortunas".
Ayelen Alancay, directora de la Fundación Más Vida: "Quiero dedicar esta ponencia a la memoria de Keila Jones, una nena de 17 años que murió al practicarse un aborto no punible. Era capitana del equipo de básquet de El Maitén. Tras un embarazo inesperado, fue a un hospital pública a pedir un consejo, y allí se encontró con la médica residente Estrella Perramón, miembro de la Red de Profesionales por el Derecho al Aborto".
"Estrella Perramón la incitó a realizarse un aborto medicamentoso, utilizando misoprostol, la droga que tanto promueven como una práctica segura. Cada dos horas, Perramón le aplicó misoprostol; Keila expulsó a parte de su hijo muerto, y fue devuelta a su hogar. Atravesó cinco días de hemorragias, y sus padres nunca lo supieron porque se les había ocultado un aborto".
"Keila debió ser trasladada al hospital de Esquel, y a solo una semana de terminar el secundario, muere a causa de una septisemia provocada por el aborto practicado en un hospital público. A los promotores de esta ley les pregunto: ¿qué palabras de consuelo tienen para esta familia? Se llevaron la vida de Ángel -como lo nombraron los abuelos- y de Keila".
Verónica Schaab, periodista especializada en la temática: "El abordaje mediático del aborto no está contemplando todas las particularidades que conlleva la problemática".
Jorge Cabaña, médico pediatra, jefe de la Unidad de terapia intensiva del Hospital Arturo Illia de la Ciudad de Buenos Aires: "El Estado tiene que evitar que se realicen abortos clandestinos porque su deber es garantizar los derechos del niño por nacer".
Carolina Alvarado, miembro de la fundación La Merced Vida: "¿Es el aborto la solución que como sociedad queremos darle a las mujeres que se hallan frente a embarazos no planificados? Una mujer que piensa en abortar siente una gran angustia, presión de su pareja, y no quiere detenerse a pensarlo, porque en su fuero más íntimo, ninguna mujer quiere abortar".
"Nadie le habla a la mujer sobre las dolorosísimas consecuencias psicológicas del aborto. Cuando recibe información, cuando escucha el propio latido del corazón de su hijo, su corazón da un vuelco".
"Si verdaderamente queremos ayudar a la mujer que sufre por un embarazado no deseado, el aborto no es la solución".
Ignacio de la Riva, Prodeci: "Si verdaderamente se pretende proteger vidas, un sistema de protección integral a la mujer embarazada sería mucho más favorable".
Mariano D'Onofrio, médico miembro de la Sociedad Argentina de Cultura: "Jamás nuestro país alcanzará una paz plena y duradera habiendo manchado su bandera con la sangre de los más débiles e inocentes".
Diana Flores de Castillo, Grávida: "Quiero sumar la dimensión humana en este debate, y por eso presento un testimonio: Mariela, de 12 años, fue diagnosticada con un embarazo de 18 semanas cuando fue a un hospital por un certificado para la escuela. Los médicos la derivaron para practicarle el protocolo provincal de interrumpción legal del embarazo (ILE). Cuando su madre entra en contacto con nosotros, desconocia que la ILE correspondía a la realización de un aborto. Finalmente, decidió tenerlo y darlo en adopción, para una familia que la cuide".
Patricia Ruiz Moreno, ex legisladora porteña: "Hay una contradicción entre los derechos que se reclaman para la mujer embarazada, contra la mujer no nacida. La mujer en el vientre está en una situación de desprotección mayor".
"Me produce una contradicción que los pañuelos verdes lleven el signo de las Madres de Plaza de Mayo, que son aquellas que buscan a sus hijos. Esas madres los buscan a través del ADN. En cambio, las que visten el pañuelo verde buscan perder a sus hijos, a aquellos que no son deseados, en el acto del aborto".+
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